Cremaciones de mascotas
Más de 20 años dedicados con amor a la memoria de nuestras mascotas.
Contamos con instalaciones propias habilitadas para la cremación de animales, servicio de traslado en el ámbito de CABA y la experiencia de profesionales universitarios.
¿Quienes Somos?
Somos profesionales que aman profundamente los animales, conscientes del dolor que ocasiona la pérdida de nuestras mascotas.
En 2004 creamos “No me olvides” para acompañar en este penoso momento a quienes sienten lo mismo que nosotros por los animales, brindando asesoramiento y ayudando con los arreglos fúnebres de nuestros amigos.
Contamos con instalaciones propias ubicadas en la localidad de San Andrés de Giles, a 100 km de CABA.
Las mismas se encuentran habilidas conforme a la ley, y son de uso exclusivo para la creamción de animales.
Servicios Fúnebres
“No me olvides” ha diseñado una solución humanitaria y segura para disponer de los restos de nuestras mascotas.
- Cremaciones presenciales en instalaciones propias ubicadas en la localidad de San Andrés de Giles, a 100 km de CABA.
Únicas con habilitación para la cremación de animales. - Recogemos y trasladamos el cuerpo de tu mascota en el domicilio o veterinaria que nos indiques.
- Atención de Urgencias las 24hs.
Preguntas Frecuentes
Tu mascota a fallecido y no sabés que hacer o a quién acudir.
Para responder a esta necesidad a la que se enfrentan a diario muchos de los habitantes de la ciudad ha nacido “No me olvides”.
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¿Cuáles son las primeras medidas que puedo tomar con el cuerpo de mi mascota?
Si las circunstancias lo permiten, es muy útil que se acomode a la mascota sobre una manta que puedas desechar, en una posición en la que sientas que está descansando, tal como se hace con las personas.
Si no se toma esta precaución, o el tiempo no se los ha permitido, la mascota queda con las patas estiradas dando una imagen muy triste para la "familia", sobre todos si hay niños en la casa.
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¿Debo esperar para cremar a mi mascota?
A partir del doloroso momento en que fallece nuestra mascota podemos proceder con la cremación.
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¿Puede cualquier mascota ser cremada?
Sí, cualquier mascota puede ser cremada sin importar la causa del fallecimiento.
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¿Las cremaciones son individuales o colectivas?
Nosotros solo realizamos cremaciones individuales.
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¿Se pueden presenciar las cremaciones?
Sí, con turno previo pueden acompañar el cuerpo de tu mascota hasta la sal de cremación y pueden llevarse las cenizas en el momento.
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¿Es más costosa la cremación que la parcela en el cementerio?
No, la cremación es significativamente más económica que un espacio en un cementerio.
Sobre todo si consideramos que en los cementerios debemos adquirir la parcela y mantenerla anualmente para que nuestra mascota continue en ese lugar. -
¿Las cremaciones son aceptadas por todas la religiones?
La mayoría de las religiones (Católicos, Evangélicos, Induistas, Budistas, y demás) aceptan la cremación y consideran que es una decisión personal de cada uno.
En particular para los Católicos, la cremación fue plenamente aceptada a mediados del siglo pasado.
Solamente los Judios Ortodoxos y la Ley Islámica no consideran a la cremación como una posibilidad para sus practicantes. -
¿Cómo se explica a un niño la muerte de su mascota?
Para la mayoría de los niños, su primera realidad de pérdida ocurre cuando muere una mascota.
Ellos necesitan que se les consuele y se les brinde afecto en vez de darles explicaciónes médicas o científicas complicadas.Las reacciónes de los niños ante la muerte de su mascota va a depender de su edad y su nivel de desarrollo.
- Los niños de 3 a 5 años ven la muerte como algo temporario y potencialmente reversible.
- Recién entre los 6 y 8 años, los niños comienzan a desarrollar un entendimiento más realista sobre la naturaleza y consecuencias de la muerte.
- Generalmente no es hasta los 9 años de edad, en que los niños entienden en su totalidad que la muerte es permanente y final.
Hay muchas formas mediante las cuales los padres pueden decirles a sus niños que se ha muerto su mascota. A veces ayuda el poner a los niños lo más cómodamente posible, hablarles en un ambiente familiar, con una voz calmada, tomándolos de la mano y abrazándolos.
Recomendamos dar a los niños pequeños una explicación sencilla, por ejemplo que cuando se muere un animal, este deja de moverse, ya no puede oir ni ver, y que no se va a volver a despertar
Puede que necesitemos repertirle varias veces esta explicación.Los niños a menudo tienen preguntas después de que se muere su mascota: ¿Por qué se murió mi mascota? ¿Fue mi culpa? ¿A dónde va el cuerpo? ¿Volveré a ver a mí mascota? Si lo deseo mucho, y me porto muy bien ¿Puedo hacer que regrese? ¿La muerte dura para siempre?
Es muy importante contestar tales preguntas con sinceridad, pero de forma sencilla.Los niños pueden experimentar tristeza, ira, temor, negación y culpa cuando se muere su mascota.
También pueden ponerse celosos de otros niños que aún tienen a sus mascotas.Los padres pueden servir de modelo al compartir sus sentimiento, dese el tiempo para hablar con su hijo de ellos. Permita que el niño vea que es normal extrañar al animal después de su muerte, y estimule al niño a que haga las preguntas que necesite para darle consuelo y alivio.
En los casos que una mascota esté enferma o muriendo, si es posible, es de gran ayuda que el niño le diga adios a su mascota mientras esta esté con vida.
Los niños necesitan que se les de tiempo para recordar a sus mascotas. Hablar acerca de ellos con familiares y amigos ayuda a que el niño transite su pena.
Después de la muerte de la mascota, los niños pueden querer llevar a cabo una ceremonia o acto conmemorativo, escribirles unas palabras o hacer dibujos de sus mascotas.
Es muy importante acompañarlos en este proceso. No siempre es preferible reemplazar la mascota enseguida.La muerte de la mascota puede causar que el niño recuerde otras pérdidas dolorosas, o eventos inquietantes.
Un niño que aparenta estar abrumado por la pena y no es capaz de funcionar en su ritmo normal puede beneficiarse de una consulta con un profesional calificado de la salud mental para niños y/o adolescentes.